jueves, 23 de agosto de 2012

EL MITO EN LOS PINCELES








                Nos quedábamos, el pasado número, en la visita realizada al bar trianero de Nane Pichardo. El mes de Julio nos trasporta, días después, a la orilla del Atlántico, para llenarnos de azul las sensaciones que nos ofrece la visión constante del mar. Y desde nuestro apartamento costero, en la generosa compañía de mi amigo Paco Bellerín y su familia, nos dirigimos, la tarde del 19 de julio, al Monasterio de La Rábida, sobre un alcor, en la confluencia de los ríos Tinto y Odiel. Un monasterio franciscano, levantado a principios del siglo XV, vinculado extraordinariamente a la gesta del descubrimiento de América.
                Allí nos aguarda el pintor y amigo, Juan Manuel Núñez Báñez, que nos introduce al interior de los claustros por puertas no habituales, en una hora de la tarde en que ya no tropezamos con visitante alguno, ni siquiera los monjes que, al parecer por el toque de campanas, rezan las horas de Visperas. El motivo de nuestra visita, es conocer las dos obras que Juan Manuel está terminando para este convento, con motivo del 600 aniversario de la Fundación Franciscana en este lugar. Sitio que me recuerda mis años juveniles en estos terrenos rabideños. Juan Manuel nos introduce por esos bellos y solitarios patios, hacia un cuarto, que él ha convertido en estudio de pintura. Un ventanal, ofrece la luz precisa para pintar, que proviene de un patio, donde, desde una verde pérgola, cuelgan racimos jóvenes de uva. Juan Manuel descorre la tela que recubre dos grandes cuadros, a ambos lados de la ventana, pero nos pide no hacer fotografías, por la razón de que no sería adecuado hasta tanto se ofrezca la oficial apertura de sus obras, que tendrá lugar, el domingo 16 del próximo diciembre, al final de una Eucarístía, a las 12 dela mañana, en los jardines delante del Monasterio. No obstante, y por tratarse de esta revista, Juan Manuel permite que fotografiemos el boceto de un gran cuadro dedicado a San Francisco de Asís, que ya tiene terminado.
                Dos cuadros realizados sobre tableros especiales, de unos 2,30 metros de alto, por 1,58 metros de ancho, aproximadamente, que conservan la línea de su gran colección rabideña, sobre superficies de distintos niveles. El primero es un cuadro conmemorativo de la visita de Juan Pablo II a La Rábida . Una composición muy vistosa y magníficamente lograda, donde la figura del Pontífice aparece de pié en el lateral derecho, con la corona de la Virgen, y con su pícara sonrisa, característica de este Santo Padre, y su mirada inteligente, como comprendiendo al mundo. La parte central  corresponde a la Virgen de los Milagros, pequeña imagen de alabastro, que recibe culto en la capilla que ha decorado en temple el propio Juan Manuel. Aparecen también el propio monasterio en perspectiva y unos frailes, así como el escudo de Palos de la Frontera y unos Ángeles que sobrevuelan el conjunto.
            El segundo cuadro es de composición más fácil, si se permite la expresión. En él, San Francisco de Asís, ocupa el centro, con un rostro aún joven, iluminado, y una mirada espiritual, que llena por sí misma toda la escena, donde hay paisaje, serpiente, símbolo del pecado, que acecha en la sombra el momento preciso, y unos cardos florecidos, que alude a los dolores físicos, al dolor terrenal, al padecimiento voluntario para alcanzar un fin positivo, y se relacionan con la Pasión de Cristo. San Francisco lleva hábito gris, como corresponde a los orígenes de esta Orden, que luego se cambiaría por el color marrón  Aparece asimismo la Tau, que es la última letra del alfabeto hebreo. que corresponde a la que en el nuestro se llama «te». Pero es también una señal o signo, todo un símbolo. San Francisco profesaba una profunda devoción al signo Tau del que habla expresamente el profeta Ezequiel (9,3-6) y al que se refiere implícitamente el Apocalipsis. En la foto adjunta, el pintor porta en su mano el boceto de este cuadro.
            Juan Manuel ha vuelto a La Rábida, concretamente en este último período una vez pasada la Semana Santa, regresando a Madrid el pasado 2 de agosto, y con interrupciones  por motivos familiares, y por supuesto, para asistir a la última Romería del Rocío, ya que corren por sus venas esta devoción que le viene de su abuelo, quién llevara a la aldea la Hermandad de La Palma en el año 1936. Por esta tradición rociera, Juan Manuel visitó La Palma el día en que nuestra carreta recorría las calles del pueblo.
            Cuando los cuadros se expongan habrá críticas más fundadas de estas obras, pero no es esa mi intención sino evocar un personaje de La Palma Mítica. Por su actualidad podíamos pensar que Juan Manuel no es parte de ese pasado de nuestra memoria antigua, pero dentro de unos años tendrá su sitio en esa Palma de gloria, pues, si no se malogra, tendrá su museo en La Palma y tendremos, para siempre, esos carteles de la Coronación de la Virgen, de la Fiesta de la Vendimia y de la Peregrinación del Rocío, conmemorativa de los 75 años de la confección del Simpecado palmerino.
                La tarde se hace corta en compañía de Juan Manuel, en aquel silencio de la tarde del estío que se resiste a convertirse en crepúsculo. Y es que nuestro amigo nos lleva al claustro, donde se expone su Galería de los Protagonistas, y allí hace algo no muy común: explicarnos cada obra con todo el detalle, que hace que nuestra admiración por este artista crezca a medida de los símbolos de cada “tablero”. Todo un prodigio de ideas previas a la realización y de técnica novedosa y depurada, que hacen del Monasterio otro de sus museos más importantes por la calidad de los cuadros en sí y por su elevado número.
                Al salir, la brisa de la ría hace los minutos más placenteros, y preguntamos a Juan Manuel por La Palma Mítica de su infancia. Y él, como palmerino, se recrea en las estampas que son su vida misma. Recuerda esa feria de ganados, que se celebraba frente a la Barriada de los Poetas Andaluces, cerca de su vivienda, frente a la taberna de Pinti, (Taberna del Pavi) que en esos días colocaba un sombrajo de palos y ramas en la puerta del establecimiento. Juan Manuel se sentaba en el suelo del balcón, colgaba sus piernas entre las rejas, mientras comía los frutos más naturales. “El recuerdo es el lenguaje de los sentimientos” decía Cortazar. Y Juan Manuel se “pierde” en evocaciones de aquel pasado donde corría en bicicleta por  el Pilar y el río, y compraba cajetillas de “Ganador”, que un día fumara casi seguido, con sus efectos propios. Recuerda Juan Manuel aquella tarde de junio, en la que tirábamos flores a la imagen del Corazón de Jesús, tras la procesión. Y también aquel teatro Yuqui, que montaba su sala cerca del Punto de San Sebastián.
                No sé si habré descrito esos momentos felices de aquella tarde del 19 de julio, pero cuando nos despedimos de Juan Manuel, aún permanecimos, un buen rato en el puerto de La Rábida, junto al Ícaro que recuerda el vuelo del Plus Ultra, y donde algunos artesanos marineros arreglaban sus aparejos, y a lo lejos, las réplicas de las Carabelas y la brisa salina de aquellos paisajes, llenos de historia que desde ahora cuentan con la gloria de un artista que nació en nuestro pueblo, para mayor gloria de todos nosotros.
                                               Manolo Rodríguez Bueno 

jueves, 5 de julio de 2012

LA PALMA MÍTICA: Con Nane Pichardo



El tiempo no es más que un tonel donde fermentan los mitos

            Me viene bien esta frase de Amin Maalouf (Premio Príncipe de Asturias 2010 a las Artes) porque hoy hablamos de La Palma Mítica, la que se guarda en la memoria y además son recuerdos que fermentan en los mejores toneles de roble nacional. La “Palma Mítica” no hay que buscarla, está dentro de cada uno, cuando convierte el pasado, vivido en esta bella población, en una dulce caricia.
            Pero, a veces, los pasos del caminante llevan hasta el lugar adecuado. Es una mañana azul. El suave poniente hace que el sol de primeros de julio sea llevadero en plena calle del célebre barrio de Triana. En la calle San Vicente de Paúl, junto a los bloques de “Los Comerciales”, un pequeño bar que lleva el nombre de su barrio. Y allí nos abrazamos Nane Pichardo y yo, aprovechando que la hora aún temprana, y por tanto con menos clientela, permite a Nane dedicarme unos minutos con más libertad.e intensidad. .
            Enseguida, saca unas botellas que llevan la etiqueta de “Vermut Pichardo”, y es que Nane sabe la importancia de sus raíces bodegueras, y además ha unido su destino matrimonial con la bellísima Esmeralda Genovés, hija de Adolfo, de otra rama bodeguera palmerina de las mejores de ese gran pasado local del siglo XX.
            Y entre vermuts y alguna copa de ese vino que llaman “vino de consagrar” (una verdadera delicia de finura), evocamos nuestro pasado por los suelos palmerinos. Ha leído recientemente el artículo del amigo José María Dabrio (Corumbel Junio 2012) y me cita aquellos juegos de niños en los alrededores de la plaza. Y aquellas “chinas”, que no eran sino trozos de suelas de goma, embadurnada en cera, para mejores deslizamientos.
            Por supuesto, me saca etiquetas de los muchos embotellados que tenían en Bodegas Pichardo, entre las que recuerdo el “Fino Rabo Conejo”, nombre de una finca de esta familia que estaba camino (entiendan carretera) de Valverde. La “Crema Blanca” tan utilizada por nosotros en los también míticos guateques de los 60/70, etc, etc… y sobre todo, el mejor vermut de hemos bebido: Vermut Pichardo”, aquel que saboreábamos en “La Cepa de Oro”, que muchos recordarán.
            Las paredes de su bar trianero están llenas de objetos metálicos de antiguas profesiones, y muchos marcos con fotos relativas a Bodegas Pichardo. Y allí nos recreamos en esa instantánea que debe ser de 1.961, cuando un jovencito Jesús Castizo Sánchez, ganaba el premio al mejor venenciador, que con los instrumentos propios de su destreza, recibe las felicitaciones de Manuel Teba Cepeda, mi recordado Manolo, un gran caballero palmerino, con el que hicimos algún que otro viaje a los Organismos Oficiales para saber cosas de los regadíos del Corumbel. Observan este histórico momento: Don Miguel Pichardo, Capataz de Honor de la I Fiesta de la Vendimia y artífice de aquellas grandes bodegas palmerinas.
            Bajo el brazo tendido de Manuel Teba aparece el rostro de su hijo Pepe, y al lado, con flequillo sobre la frente: mi querido y recordado amigo Pedro Solís, cuando aún podía cubrir su frente con cabellos de juventud. A su lado, Leal el carnícero de la antigua plaza de abastos, y más a la izquierda, miembros de la Policía Municipal: Veléz, actor espontáneo de “La Niña de Luto”, y Cárdenas, el también mítico Jefe de esta brigada local. Entre Vélez y Miguel Pichardo observo la cara joven de mi amigo Cristóbal Flores Díaz, que también es ahora trianero.
            Y por supuesto, ¡no podía faltar! aquel célebre tonel, enorme y giratorio, que se alzaba en “stands” y ferias; aquellas antiguas ferias de la calle San Sebastián, con su sabor urbano, tan céntricas y tan llenas de vivencias para muchos. Era el también mítico “Cono Pichardo” que disponía de grifo tras la barra, por donde salía lo que pidieras: fino, amontillado, vino dulce, vermut… solo con pisar el pedal adecuado o girar el mando oportuno.
            Se acerca la hora de almorzar. Prometo seguir visitando a Nane, cuando volvamos de las playas onubeses. He de cruzar Triana y llegar caminando a casa, y ya calienta el sol. Busco la sombra mínima de los pisos y los árboles de la Iglesia de San Jacinto, y llevo en mi espíritu el sabor inmenso de una época grande y feliz, aquella que compone los cuadros de mi Palma Mítica.

martes, 3 de julio de 2012

INTERÉS POR LA PLANIFICACIÓN




  La naturaleza no puede cambiar y una semilla amarga no puede dar más que frutos amargos  (Anónimo)



           Metidos en esta crisis financiera, donde crujen empresas y el déficit fruto de los desmadres de años de las Administraciones Públicas, nos olvidamos de problemas como el Estado de las Autonomías, el cambio climático, la ecología, la educación...
El modelo de desarrollo socioeconómico - nos recuerdan a cada instante - no es el adecuado para la necesaria preservación del medio ambiente, o medio natural. El calentamiento global del planeta se comprueba que es un problema de gran dimensión que cuesta bastante solucionar, a tenor de las actuaciones políticas, palpables en nuestro entorno más próximo, y a juzgar, asimismo, por los fracasos de las cumbres de países ricos y emergentes. El crecimiento de las ciudades ha destruido recursos naturales, y el desbordante urbanismo salvaje ha ocasionado problemas irreversibles, guiado por el afán especulativo y fruto de una “burbuja” que ya explosionó, dejándonos terrenos baldíos, proyectos inacabados, viviendas sin terminar y casas vacías. Toca ahora llamar a la conciencia de los gobernantes sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, en los proyectos públicos de una gestión urbana más sostenible. El problema del respeto al medio natural donde todos vivimos choca con un handicap o monstruo habitable entre nosotros: la codicia, el afán de dinero.... Por ello se construye sin parar y se destroza la naturaleza de un modo exacerbado, necesitando de un desarrollo (que es preciso) pero sostenible, o sea, manteniendo en lo posible los elementos naturales.
              Hay que construir viviendas y arreglar las más antiguas, pero hay que limitar el crecimiento urbano a lo estrictamente necesario y no al dictado de la especulación y adquisición de activos (invertir en ladrillos) En nuestro pueblo se ha declarado urbanizable un terreno rústico, cercano a la autovía Sevilla-Huelva, donde se planea, o planeaba, nada menos que 3.000 innecesarias viviendas. Plan que la Junta de Andalucía abortó pero que el Ayuntamiento ha recurrido, con un gran coste de bufetes, y ha prevalecido la calificación de urbanizable de estos terrenos. La explosión de la burbuja inmobiliaria, como decíamos anteriormente, nos viene diariamente a la actualidad de los medios, ocasionando parones en los proyectos de la construcción y caída de los precios de las viviendas. Al final tendremos terrenos que ya han costado un buen dinero, más los del recurso judicial, para seguir, al menos de momento, siendo en la práctica “trozos de campo”.
Hay –nos dice Emilio Carrillo- que gestionar y gobernar: Gestión municipal y gobierno local (Perspectiva Doble G) “Un enfoque global e integral que aborda la gestión del ayuntamiento y el gobierno de la ciudad como dos caras de la misma moneda, persiguiendo tanto la eficacia, eficiencia y calidad en la gestión de los asuntos cotidianos y en la prestación de los servicios municipales básicos, como la capacidad de impulso y liderazgo de la ciudad, de su territorio y de sus ciudadanos, mediante procesos de alianza y concertación con diferentes sectores de la sociedad civil, para dar una respuesta eficaz a las necesidades locales de manera participativa y transparente” (E. Carrillo y J.C. Cuerda) 
 Nos interesa la información de los proyectos, que hoy se elaboran para ese futuro palmerino. Interés por la planificación estratégica (espero que nos faciliten alguna vez el Plan Estratégico de la ciudad) Planificación estratégica que vemos como una doble vertiente, pero muy relacionadas ambas: la planificación estratégica socioeconómica y la planificación físico-territorial. La primera tiene un carácter productivo, tecnológico, empresarial... y debe establecer prioridades, esfuerzos, objetivos, generación de renta y empleo hacia un programa de acciones concretos.  No me explico como estos aspectos interesan a tan poca gente, aunque sé que el desinterés ciudadano es algo que se pretende desde las instancias políticas, salvo en periodos de elecciones, en que todos salen de sus madrigueras con piel de cordero.
La planificación física y territorial debe dar respuesta al modelo de ciudad que queremos en el territorio que tenemos y responder cuales son nuestras necesidades de edificación y que demanda nuestro vecindario. Podríamos abrir la puerta con una oferta exhorbitada de viviendas sin que los ciudadanos se planteen “cuantos queremos ser”. Las ciudades dormitorios se han desbordado acogiendo a extraños que no se vinculan con la ciudad, ni con su cultura. Se ha visto el gran negocio del ladrillo hasta que ha estallado la “burbuja” de la codicia. Ciudades llenas de adosados desde donde llegar al trabajo significa un mal rato diario y los fines de semana una soledad que solo se reconforta por aquello del descanso de la gran metrópolis. Grandes urbanizaciones implican grandes y adecuados medios de transportes, buenas y abundantes carreteras, y eso es ir en contra con la tendencia actual de reducir la producción de CO2. (No olvidemos el calentamiento de la tierra, y el encarecimiento de la energía)
¿A quién, o quienes interesan grandes núcleos poblacionales?
            Cuando modelo-país y entorno divergen, o cuando no se polarizan adecuadamente los vectores de crecimiento sostenible, los países se estancan o pierden valor.



sábado, 16 de junio de 2012


HISTORIA DE UNA REVOLUCIÓN EN LA PALMA



                Hay, para mí, una Palma mítica que cuelga de la pérgola del tiempo, entre la nebulosa de la memoria, donde se confunden los hechos y los sueños. Una Palma que, desde aquel difícil año de 1.936, nos llega en noticias y escritos. Mi amigo Manolo me envía fotocopias de unos folios que, caso de confirmarse su autenticidad, fueron mecanografiados por don Rafael Salas López, el que fuera gran bodeguero palmerino, Alcalde y Presidente de la Diputación Provincial de Huelva.
            El día 17 de julio de 1936 había un gran nerviosismo y una incertidumbre por algo que se presentía estaba ocurriendo. Don Rafael Salas estaba aquella noche invitado a presenciar el funcionamiento del diario “Odiel” de Huelva, pero el director había mandado parar las máquinas y pretendía comunicar telefónicamente con diversos periódicos y hasta con el Ministerio de Gobernación. ¿Qué ocurrirá? se preguntaba don Rafael cuando a las 12 de la noche marcha para su casa.
            A la mañana siguiente, las noticias confirman que se ha sublevado el Ejército de África, pero la mañana y la tarde transcurren con cierta tranquilidad en nuestro pueblo. A las 19 horas se casa don Agustín Montes, un palmerino venerable del que muchos de nosotros conservamos unos gratos recuerdos. En la boda se habla -¡cómo no podría ser de otra forma!- del suceso extraordinario de esa fecha histórica. Dicen que en Sevilla las tropas se han echado a la calle y hay tiros. De vueltas a casa, don Rafael sintoniza la radio. A las 10 se interrumpe la emisión ordinaria y al grito de “viva España” un oficial del Estado Mayor toma la estación radiofónica y comunica que se ha rendido el Gobierno Civil, y lee una orden de Queipo de Llano por la que declara el Estado de Guerra, tomando el mando de la región y sustituyendo al general Villa Abriles.
            En su diario, don Rafael Salas nos narra que a las seis de la mañana del 19 de julio, aporrean su puerta y unos palmerinos le piden la llave de la bodega para recoger el camión que allí se guarda por orden del Comité revolucionario. La Guardia Civil, a cuyo cuartel llama, aconseja la entrega del vehículo a la autoridad legítima. Desde la oficina de teléfonos le dan la noticia de que medio pueblo es incendiado en la noche de la destrucción general: Iglesia, casino, cervecería de Cárdenas. Arden en plena calle las imágenes del Valle, y son saqueadas algunas casas. Grupos de escopeteros recorren el pueblo entre la luz de las llamas y el echarpe de la madrugada. Las naves de la iglesia parroquial se derrumban.
            El día 20 comienzan los registros de las casas de aquellos empresarios y personas conservadoras de La Palma, y se detienen a muchos de ellos. La radio da noticias confusas: hay provincias donde triunfan unos y en otras, los contrarios. Pasan caravanas de camiones llegados de Riotinto. Hasta el día siguiente, martes 21 de julio, no llegan a casa del Sr. Salas y registran también la bodega. Los revolucionarios marxistas vienen a por él, y al decir de don Rafael se portaron correctamente pero registrando cajones y mesas. Los mineros que llegan por tren disparan al aire en las cercanías de la bodega y muchos creen que han fusilado al propietario de la misma. Siguen las detenciones de personas de derecha.
            El día 22, se llevan, para servicio del comité, el coche de don Rafael, que padece de hemorroides, lo que le salva de ser llevado preso. El médico de la localidad, don Pedro Rodríguez le extiende un certificado de su enfermedad y prescribe reposo en cama. Uno de los revolucionarios llama al Ayuntamiento y pide un médico a la vez que confirma que don Tomás Salas, hermano de don Rafael, “se ha juío” Insiste en llevarse preso al enfermo pero del ayuntamiento le dicen que enviarán un médico que no llegaría nunca. Se llevan la radio, como de otras tantas casas.
Al día siguiente, jueves 23, vuelven para prenderle, pero don Rafael alega que el Comité había dispuesto la llegada de un médico. Por lo que le dejan en casa. Suena un avión en dirección a Huelva y se oyen, de nuevo, múltiples disparos hacia el aparato volador. Al rato, vuelve de nuevo y arroja varias bombas en los alrededores del pueblo, ocasionando la huida al campo de algunos palmerinos. Por la noche se corta el suministro de luz eléctrica y se dispone un reducto con colchones y almohadas, esperando nuevas visitas. El día 24 vienen a llevarse una bicicleta y dicen que han cortado la carretera de Manzanilla y en nuestro pueblo se hacen trabajos de fortificación y trincheras, mientras pasan insistentemente camiones blindados de Riotinto.
            El día más trágico fue el domingo, 26 de julio. De nuevo, aviones cruzan el cielo en la mañana, en vuelo bajo. Los escopeteros huyen y en la casa de nuestro protagonista se refugian más de 30 que se tiran al suelo, mientras un artefacto, o una bala, rompe y vacía el depósito del agua, con gran estrépito. Parece que la casa se hunde, pero la acción más cruel tiene lugar en la cárcel donde están presos los que se supone serían partidarios del golpe militar. En las celdas arrojan bombas y cartuchos de dinamita, disparando a los que salen al patio. Mueren 16 personas y otros quedan malheridos. El avión sigue arrojando bombas, una cae en la bodega de Pichardo y otra en la iglesia.  Hasta el siguiente, el avión prosigue su bombardeo. De nuevo recogen la llave de la bodega Salas para ocultar los camiones, mientras se oye fuego de metralladoras. Al mediodía de aquel lunes, llaman a la puerta de nuevo. Son falangistas y un Guardia Civil de las tropas de Carranza, al grito de “viva España”, que han entrado en La Palma por la carretera de Bollullos, mientras se acerca el Tercio de la Legión por la carretera de Villalba, al mando del Comandante Castejón. Fue el final de una revolución en La Palma.
                Todos estos relatos que ahora leo en unos folios mecanografiados, forman parte de esa Palma antigua, mítica de entonces, de la que recuerdo relatos de niño, de unos y otros. No es un mito, sin embargo, este episodio del 36, que nos llega a través de esa narración escalofriante del Sr. Salas, situada en ese tiempo difícil, protagonizada por personajes reales, y más interesante si viene de la mano de su autor, y de la que todos debemos sacar la conclusión unánime de que no deberíamos permitir que volviera a suceder nunca.
            No fue un mito sino una cruel realidad en la que perdieron la vida unos, dejando en la tristeza a otros muchos, sean del bando que sean. Nunca más la muerte de la mano que venga. La Palma, un lugar privilegiado, merece vivirse en paz.



miércoles, 21 de marzo de 2012

SITIOS RECOMENDADOS





BOLONIA, LA CIUDAD ROJA

En el norte de Italia, la ciudad de Bolonia es conocida como la Ciudad Roja. En primer lugar por el color de sus fachadas y techumbres, y además por ser un núcleo importantísimo del Partido Comunista Italiano. Desde 1946 hasta 1999, está ciudad ha tenido un gobierno comunista. Pero Bolonia es algo más: es el centro de comunicaciones más importante de Italia, con cuatro autopistas y una estación de ferrocarril que es la primera de Europa en cuanto a número de pasajeros.



     Además de sus monumentos, Bolonia destaca por tener la universidad más antigua de Occidente, donde estudiaron Dante, Petrarca, Thomas Becket, Erasmo, etc. Allí se levantó el selecto Real Colegio de España, antes incluso que a nuestro suelo patrio se le llamara España. Estamos hablando que este Colegio de España se abrió en 1369. Pero hay más: Bolonia es la sede de la exposición de automóviles mayor del mundo (Motorshow), en su término se encuentra la fábrica de Lamborghini y Ducati, y por si fuera poco de aquí es la salsa boloñesa, ideal para la pasta fresca que puede adquirirse allí. Tienen fama los soportales de Bolonia, que hacen más agradable su paseo tanto en días calurosos como lluviosos, o nevados (aquí suele nevar) Tiene 50 km de soportales y solo en su centro urbano se miden 37 km. Por si fuese poco, dispone del segundo casco medieval más grande de Europa, después de Venecia.


     Allí llegamos cuando estaba próxima la llegada de la primavera. Desde el hotel Tre Vecchi se contemplaba la fachada del teatro “Arena del Sole”, el mayor de Bolonia. Su centro está lleno de cosas interesantes: la iglesia de Santo Stefano, el duomo de San Petronio, que no llegó a completar de mármol su fachada, la catedrale de San Pietro, la Piazza Maggiore y el Archiginnasio, que no es un centro deportivo, sino una biblioteca municipal y antigua sede de la veterana Universidad. Digna de ver es el aula de madera donde se realizaron los primeros estudios de anatomía humana, conservándose la piedra de mármol donde se diseccionaban los cadáveres para su estudio.

     Los nobles levantaban elevadas torres para demostrar su poder. Se conservan las dos famosas torres llamadas Garisenda y Asinelli, con un notable grado de inclinación. Ciudad de estudiantes, es normal encontrar muchos jóvenes hablando nuestra lengua.

    
 

                 
     

sábado, 10 de marzo de 2012

SITIOS RECOMENDADOS

El Guadalquivir se muestra distinto en Córdoba. Discurre poco profundo junto al restaurado puente romano, que desde la torre de la Calahorra nos sumerge en la maravilla de su centro histórico. Tiene el río isletas con arboleda, una vieja noria de madera, molinos y patos. En el puente una improvisada imagen, al aire libre, de San Rafael, donde los cordobeses colocan velas petitorias.
            El día es radiante, caluroso para la fecha en que estamos, y es que el otoño no acaba de llegar climatológicamente hablando. Una vez cruzado el puente, una columna alta sostiene, de nuevo, al Arcángel que mira a la ciudad, dando la espalda al río. Esta zona es concurrida, los turistas le hacen un cinturón a la catedral, la antigua y conocida Mezquita, un cuadrado de más de 24.000 metros cuadrados.
            El patio de las purificaciones es grande, con naranjos, acequias y fuente. La entrada normal es de 8 euros por persona, y el templo es una mezcla de elementos del arte musulmán y de las modificaciones posteriores por parte de los reyes y jerarquías cristianas. Esta mezcla de estilos, o si lo quieren de elementos de dos creencias religiosas, no fue bien vista ni por el Rey Carlos V, pero lo cierto es que los musulmanes edificaron su mezquita sobre una iglesia cristiana dedicada a San Vicente.   
            Hay columnas, muchas columnas, unas 850, de mármol, y también de granito y algunas de jaspe. Todo un espectáculo de arquerías, con sillería blanca y roja, de herradura y arcos superpuestos. En el exterior, sus calles estrechas, con tiendas de souvenir, flores y turistas, y una tuna sobre una terraza de bar canta sus melodías bajo el sol del mediodía.  En la calle Lineros, las Bodegas Campos ya no tenían mesa para almorzar, pero sí en la parte de bar. Parecía que toda Córdoba se iba dando cita en este restaurante, hasta una boda iba amontonando gente en los salones del interior. Vimos pasar a un invitado conocido: Manuel Chaves González.



            La cola de toro, o el arroz con cola de toro, las patatas cortijeras con chorizo hacen las delicias del transeúnte, que todavía tiene ocasión de visitar el interior de la bodega, donde han firmado sobre la barrilería, personas del linaje más aristocrático español. 
            El paseo por la plaza de la Corredera, nos recuerda otras plazas mayores, cerradas y porticadas. Casi toda esa enorme plaza la poblaban gente joven, sobre mesas y veladores de mesones cordobeses. Pasando junto a las altas columnas de un antiguo templo romano, llegamos hasta la plaza de las Tendillas, donde reposamos con una copa de helado y esa sombra maravillosa, dando vista a la escultura ecuestre del Gran Capitán, mientras un rasgueo de guitarra nos advertía que eran las 4 de la tarde.
            Volvimos al río, cerca de las 6 de la tarde y emprendimos camino a casa, por una cómoda autovía, con un sabor dulce por aquel encuentro, que hace ya tiempo no habíamos hecho. Córdoba: quedan siempre ganas de volver.

miércoles, 7 de marzo de 2012

EL CENTRO DE ESTUDIOS PALMERINOS

RESPUESTA A LAS PREGUNTAS:
¿Que opinión te merece la idea de crear una Semana de Estudios Palmerinos y un Centro de Estudios Palmerinos en la Biblioteca Municipal? (Programa electoral del PP en las últimas elecciones municipales)


Martín L. Lagares:
Esa pregunta no tiene más que una respuesta posible. Nuestro pueblo está muy necesitado de una puesta en valor seria y coherente de su cultura, historia, personajes, tradiciones, patrimonio y un largo etc....
Manuel Ramírez Cepeda:
La idea no es mala...
Rocío Moreno Domínguez:
…, la creación de una semana de estudios palmerinos me parece muy buena idea pero me tendrías que explicar un poco más el proyecto para poder ponerlo en conocimiento del Carlos Soriano, concejal de educación. Con  respecto al centro de estudios, pronto inauguraremos el antiguo juzgado rehabilitado que va a tener una función educativa primordialmente, puesto que está contemplado un aula de formación continua, homologada para dar formación, un aula de la experiencia, los talleres de inglés, el cubre espacio joven, el aula guadalinfo y la escuela de adultos entre otros.
Carlos Soriano García:

Dada la pregunta que me ha hecho llegar sobre el centro de estudios palmerinos y su semana de estudios, le informo que los técnicos y mi persona estamos trabajando en este proyecto para que se asienten unas bases sólidas donde sustentarse y consolidarse en años venideros.

José Mª Dabrio Pérez
 
¿Que qué opinión me merece? En principio me parece estupenda idea.