jueves, 5 de julio de 2012

LA PALMA MÍTICA: Con Nane Pichardo



El tiempo no es más que un tonel donde fermentan los mitos

            Me viene bien esta frase de Amin Maalouf (Premio Príncipe de Asturias 2010 a las Artes) porque hoy hablamos de La Palma Mítica, la que se guarda en la memoria y además son recuerdos que fermentan en los mejores toneles de roble nacional. La “Palma Mítica” no hay que buscarla, está dentro de cada uno, cuando convierte el pasado, vivido en esta bella población, en una dulce caricia.
            Pero, a veces, los pasos del caminante llevan hasta el lugar adecuado. Es una mañana azul. El suave poniente hace que el sol de primeros de julio sea llevadero en plena calle del célebre barrio de Triana. En la calle San Vicente de Paúl, junto a los bloques de “Los Comerciales”, un pequeño bar que lleva el nombre de su barrio. Y allí nos abrazamos Nane Pichardo y yo, aprovechando que la hora aún temprana, y por tanto con menos clientela, permite a Nane dedicarme unos minutos con más libertad.e intensidad. .
            Enseguida, saca unas botellas que llevan la etiqueta de “Vermut Pichardo”, y es que Nane sabe la importancia de sus raíces bodegueras, y además ha unido su destino matrimonial con la bellísima Esmeralda Genovés, hija de Adolfo, de otra rama bodeguera palmerina de las mejores de ese gran pasado local del siglo XX.
            Y entre vermuts y alguna copa de ese vino que llaman “vino de consagrar” (una verdadera delicia de finura), evocamos nuestro pasado por los suelos palmerinos. Ha leído recientemente el artículo del amigo José María Dabrio (Corumbel Junio 2012) y me cita aquellos juegos de niños en los alrededores de la plaza. Y aquellas “chinas”, que no eran sino trozos de suelas de goma, embadurnada en cera, para mejores deslizamientos.
            Por supuesto, me saca etiquetas de los muchos embotellados que tenían en Bodegas Pichardo, entre las que recuerdo el “Fino Rabo Conejo”, nombre de una finca de esta familia que estaba camino (entiendan carretera) de Valverde. La “Crema Blanca” tan utilizada por nosotros en los también míticos guateques de los 60/70, etc, etc… y sobre todo, el mejor vermut de hemos bebido: Vermut Pichardo”, aquel que saboreábamos en “La Cepa de Oro”, que muchos recordarán.
            Las paredes de su bar trianero están llenas de objetos metálicos de antiguas profesiones, y muchos marcos con fotos relativas a Bodegas Pichardo. Y allí nos recreamos en esa instantánea que debe ser de 1.961, cuando un jovencito Jesús Castizo Sánchez, ganaba el premio al mejor venenciador, que con los instrumentos propios de su destreza, recibe las felicitaciones de Manuel Teba Cepeda, mi recordado Manolo, un gran caballero palmerino, con el que hicimos algún que otro viaje a los Organismos Oficiales para saber cosas de los regadíos del Corumbel. Observan este histórico momento: Don Miguel Pichardo, Capataz de Honor de la I Fiesta de la Vendimia y artífice de aquellas grandes bodegas palmerinas.
            Bajo el brazo tendido de Manuel Teba aparece el rostro de su hijo Pepe, y al lado, con flequillo sobre la frente: mi querido y recordado amigo Pedro Solís, cuando aún podía cubrir su frente con cabellos de juventud. A su lado, Leal el carnícero de la antigua plaza de abastos, y más a la izquierda, miembros de la Policía Municipal: Veléz, actor espontáneo de “La Niña de Luto”, y Cárdenas, el también mítico Jefe de esta brigada local. Entre Vélez y Miguel Pichardo observo la cara joven de mi amigo Cristóbal Flores Díaz, que también es ahora trianero.
            Y por supuesto, ¡no podía faltar! aquel célebre tonel, enorme y giratorio, que se alzaba en “stands” y ferias; aquellas antiguas ferias de la calle San Sebastián, con su sabor urbano, tan céntricas y tan llenas de vivencias para muchos. Era el también mítico “Cono Pichardo” que disponía de grifo tras la barra, por donde salía lo que pidieras: fino, amontillado, vino dulce, vermut… solo con pisar el pedal adecuado o girar el mando oportuno.
            Se acerca la hora de almorzar. Prometo seguir visitando a Nane, cuando volvamos de las playas onubeses. He de cruzar Triana y llegar caminando a casa, y ya calienta el sol. Busco la sombra mínima de los pisos y los árboles de la Iglesia de San Jacinto, y llevo en mi espíritu el sabor inmenso de una época grande y feliz, aquella que compone los cuadros de mi Palma Mítica.

martes, 3 de julio de 2012

INTERÉS POR LA PLANIFICACIÓN




  La naturaleza no puede cambiar y una semilla amarga no puede dar más que frutos amargos  (Anónimo)



           Metidos en esta crisis financiera, donde crujen empresas y el déficit fruto de los desmadres de años de las Administraciones Públicas, nos olvidamos de problemas como el Estado de las Autonomías, el cambio climático, la ecología, la educación...
El modelo de desarrollo socioeconómico - nos recuerdan a cada instante - no es el adecuado para la necesaria preservación del medio ambiente, o medio natural. El calentamiento global del planeta se comprueba que es un problema de gran dimensión que cuesta bastante solucionar, a tenor de las actuaciones políticas, palpables en nuestro entorno más próximo, y a juzgar, asimismo, por los fracasos de las cumbres de países ricos y emergentes. El crecimiento de las ciudades ha destruido recursos naturales, y el desbordante urbanismo salvaje ha ocasionado problemas irreversibles, guiado por el afán especulativo y fruto de una “burbuja” que ya explosionó, dejándonos terrenos baldíos, proyectos inacabados, viviendas sin terminar y casas vacías. Toca ahora llamar a la conciencia de los gobernantes sobre la necesidad de preservar el medio ambiente, en los proyectos públicos de una gestión urbana más sostenible. El problema del respeto al medio natural donde todos vivimos choca con un handicap o monstruo habitable entre nosotros: la codicia, el afán de dinero.... Por ello se construye sin parar y se destroza la naturaleza de un modo exacerbado, necesitando de un desarrollo (que es preciso) pero sostenible, o sea, manteniendo en lo posible los elementos naturales.
              Hay que construir viviendas y arreglar las más antiguas, pero hay que limitar el crecimiento urbano a lo estrictamente necesario y no al dictado de la especulación y adquisición de activos (invertir en ladrillos) En nuestro pueblo se ha declarado urbanizable un terreno rústico, cercano a la autovía Sevilla-Huelva, donde se planea, o planeaba, nada menos que 3.000 innecesarias viviendas. Plan que la Junta de Andalucía abortó pero que el Ayuntamiento ha recurrido, con un gran coste de bufetes, y ha prevalecido la calificación de urbanizable de estos terrenos. La explosión de la burbuja inmobiliaria, como decíamos anteriormente, nos viene diariamente a la actualidad de los medios, ocasionando parones en los proyectos de la construcción y caída de los precios de las viviendas. Al final tendremos terrenos que ya han costado un buen dinero, más los del recurso judicial, para seguir, al menos de momento, siendo en la práctica “trozos de campo”.
Hay –nos dice Emilio Carrillo- que gestionar y gobernar: Gestión municipal y gobierno local (Perspectiva Doble G) “Un enfoque global e integral que aborda la gestión del ayuntamiento y el gobierno de la ciudad como dos caras de la misma moneda, persiguiendo tanto la eficacia, eficiencia y calidad en la gestión de los asuntos cotidianos y en la prestación de los servicios municipales básicos, como la capacidad de impulso y liderazgo de la ciudad, de su territorio y de sus ciudadanos, mediante procesos de alianza y concertación con diferentes sectores de la sociedad civil, para dar una respuesta eficaz a las necesidades locales de manera participativa y transparente” (E. Carrillo y J.C. Cuerda) 
 Nos interesa la información de los proyectos, que hoy se elaboran para ese futuro palmerino. Interés por la planificación estratégica (espero que nos faciliten alguna vez el Plan Estratégico de la ciudad) Planificación estratégica que vemos como una doble vertiente, pero muy relacionadas ambas: la planificación estratégica socioeconómica y la planificación físico-territorial. La primera tiene un carácter productivo, tecnológico, empresarial... y debe establecer prioridades, esfuerzos, objetivos, generación de renta y empleo hacia un programa de acciones concretos.  No me explico como estos aspectos interesan a tan poca gente, aunque sé que el desinterés ciudadano es algo que se pretende desde las instancias políticas, salvo en periodos de elecciones, en que todos salen de sus madrigueras con piel de cordero.
La planificación física y territorial debe dar respuesta al modelo de ciudad que queremos en el territorio que tenemos y responder cuales son nuestras necesidades de edificación y que demanda nuestro vecindario. Podríamos abrir la puerta con una oferta exhorbitada de viviendas sin que los ciudadanos se planteen “cuantos queremos ser”. Las ciudades dormitorios se han desbordado acogiendo a extraños que no se vinculan con la ciudad, ni con su cultura. Se ha visto el gran negocio del ladrillo hasta que ha estallado la “burbuja” de la codicia. Ciudades llenas de adosados desde donde llegar al trabajo significa un mal rato diario y los fines de semana una soledad que solo se reconforta por aquello del descanso de la gran metrópolis. Grandes urbanizaciones implican grandes y adecuados medios de transportes, buenas y abundantes carreteras, y eso es ir en contra con la tendencia actual de reducir la producción de CO2. (No olvidemos el calentamiento de la tierra, y el encarecimiento de la energía)
¿A quién, o quienes interesan grandes núcleos poblacionales?
            Cuando modelo-país y entorno divergen, o cuando no se polarizan adecuadamente los vectores de crecimiento sostenible, los países se estancan o pierden valor.